Por su extensa trayectoria en la producción de vino de calidad en México, el doctor Víctor Manuel Torres Alegre, quien colabora como consultor en el Centro de Estudios Vitivinícolas (CEVIT) de CETYS Universidad, fue reconocido por la Universidad Autónoma de Chapingo.
Torres Alegre manifestó sentirse emocionado, pues su trayectoria, que incluso lo ha llevado a convertirse en el primer juez mexicano a nivel internacional en concursos de vino y ser asesor técnico de concursos internacionales, había sido galardonado por sus conocimientos en Francia, España, Canadá y Eslovenia, pero reconoció que el único reconocimiento que le faltaba era el de la Universidad de Chapingo.
Originario de la Ciudad de México, con más de 40 años radicado en Ensenada, Torres Alegre tiene una sólida formación académica, es Ingeniero Agrónomo con especialidad en Industrias Agrícolas por la Escuela de Agricultura en Chapingo, y obtuvo el grado de Doctor en Enología y Ampelología por el Instituto de Enología de la Universidad de Burdeos, en Francia.
Como consultor del CEVIT, colabora en el desarrollo del nuevo programa de Maestría que se ofertará en el centro; comenzó a trabajar en el Valle de Guadalupe luego de recorrer todas las zonas productoras de México y encontrar en Baja California potencial para desarrollar vino de calidad; su primer trabajo lo encontró en la vinícola Formex Ybarra, una de las tres únicas empresas dedicadas al vino en la región durante la década de los 80.
“Yo llegué a Formex Ybarra que era una empresa que vendía poco vino, vinificábamos 10 mil litros de vino y nada más se embotellaban 2 mil litros; los otros 8 mil los destilábamos, entonces yo empecé a practicar y a hacer todo lo que se me ocurría con la uva, cada año hacía pruebas, llegué a aprender muchísimo de las uvas de México, de cómo hacer vino e inventé un método de hiperoxidación que se publicó en España”, compartió Torres Alegre.
Con esa experiencia, el especialista trabajó también en otras vinícolas del Valle de Guadalupe, donde implementó tecnología que no existía en México, “yo iba a Burdeos cada dos años a aprender, porque no me quedaba con lo que sabía, luego llegaba y lo aplicaba aquí, fui mejorando mucho las técnicas, eso me permitió y me ha permitido dar asesorías a vinícolas de otros Estados y dar clases”.
En estos más de 40 años, el especialista ha promovido el estudio de la Enología. “Muchos de los que están haciendo vino en el Valle de Guadalupe fueron mis alumnos, me ha gustado mucho contribuir con todo lo que sé, lo que me importa a mí es que la gente sepa hacer cosas extraordinarias”, expuso el consultor del CEVIT.
Educación e Investigación
Torres Alegre reconoció que el problema que afecta a México, en cuestión de vinos, es que poca gente quiere prepararse con estudios de maestría o doctorado en Enología, pues consideran que con tomar un curso y aprender hacer vino es suficiente para dedicarse a la producción vinícola, sin llegar a aprender o desarrollar características ni tecnologías óptimas para hacerlo.
“La investigación es fundamental para hacer buenos vinos y para tener gente bien preparada, y es hasta ahora que empieza a haber un poco más de esto, creo que se está avanzando a pasos agigantados”, aseguró.
En ese sentido, Torres Alegre compartió que si bien hay quienes hacen doctorados en Enología en España, para aprender a hacer vino se debe ser enólogo, ya que es parte importante del proceso.
Además de la colaboración para el desarrollo de la Maestría en el CEVIT, Víctor Torres también imparte el curso de Introducción a la Enología en un diplomado. “Estamos trabajando para que realmente haya gente bien preparada, para que venga de todo el país a prepararse; algo que me tiene fascinado es que el CEVIT tiene un laboratorio de investigaciones, donde se pueden lograr cosas extraordinarias porque cuenta con los equipos necesarios”.
Destacó que al CEVIT acuden productores a hacer análisis, información que se podría utilizar para cuantificar, por ejemplo, la acidez de los vinos en Baja California al considerar las muestras que se trabajan en el centro, pues los equipos con los que se cuentan son importantes para la investigación, lo que permite hacer una secuencia de distintos estudios, para lo que el CETYS Universidad tiene muy buena disposición.
“En el CEVIT de CETYS queremos adentrar a los estudiantes e interesados en temas del vino en cosas realmente importantes, que se den cuenta que para hacer buen vino no es suficiente agarrar un libro y leer cómo se hace vino, tienen que aprender nuevas cosas que a veces no están en los libros, que es un poquito lo que yo les ofrezco aquí, concluyó Torres Alegre.