El tercer capítulo de la actual temporada de Másterchef México arrancó en un ambiente de elegancia, con los jueces literalmente como miembros de la realeza, incluyendo a Alana y Diego, ex campeones de la versión junior.
En memoria de la emperatriz María Antonieta, el reto de la «Caja Sorpresa» fue con puros ingredientes blancos, además de gourmet y sofisticados, para que cada integrante intentara presentar un platillo con total ausencia de color -pero no de sabor-.
Para sorpresa de todos, la señora Isabel (Yucatán) ganó el reto con un postre que conquisto al duro juez invitado, chef Fernando Stovell, cocinero oficial de reyes y dignatarios en Europa y Medio Oriente.
«Isabel será muy indígena, muy artesanal, pero a la mera hora es más fifí que yo», expresó la presumida Itzel (Cdmx), una presumida clasemediera sin gracia, que minutos antes había dicho que muchos fracasarían en el intento «pues pocas veces han tenido la oportunidad de probar platillos elegantes, menos cocinarlos».
PÍNTAME DE COLORES
Para el reto en parejas fue todo lo contrario, se incluyeron ingredientes muy coloridos en tres cajas: La verde, cuyo ingrediente principal fue la iguana; la roja, encabezada por el atún y gusanos de maguey, y la amarilla con pollo.
El resultado fueron verdaderas aberraciones.
En en el proceso la Soldada Esquivel (Chiapas) le pidió perdón a los gusanos al verlos retorcerse en el aceite caliente.
Gonzalo (Veracruz) y Adriana (Sinaloa) cocinaron una asquerosidad a partir de la iguana y una salsa de aspecto muy desagradable. «Yo no sé que ritual satánico estaban haciendo ustedes allá, pero eso no es cocina», les dijo el chef Herrera.
El dictamen final del sarcástico juez fue lapidario: «Esto no es un pipian, es una mezcla que le meten a los cadáveres en la boca para que aparezcan en el infierno».
En el transcurso el Chef Herrera, intentó rediseñar el emplatado de un participante, y el Chef español Stovell lo reprobó, además de recriminarle por tomar la comida con los dedos. Como pocas veces a Herrera alguien lo dejó «calladito».
MÁS NEGRO QUE LA NOCHE
Para el reto de eliminación, los condenados hubieron de presentar un platillo con ingredientes oscuros, negros de ser posible. La mayoría se fueron por los moles. Y abundaron los fracasos, el exceso de sal fue el talón de aquiles.
Muy chicho, Nicolás (Coahuila), siempre mal encarado, presentó un atún sellado envuelto en cenizas de carbón activado, se sentía ganador por los elogios de sus compañeros y los propios, porque hasta eso, presentó un emplatado muy vanguardista, pero !oh sorpresa!, de sabor resultó horrendo.
La chica linda .-pero simple- de la temporada, Adriana (Sinaloa) presentó un postre en medio del llanto porque pensó que no cumpliría las expectativas del Chef José Ramón Castillo, experto chocolatero, pero para su propio asombró, gustó mucho su pastel.
Erubiel, del que todo el mundo opina es el peor cerdo que pueda existir -se chupa los dedos, come con la mano, etc.- estuvo a punto de irse también por el exceso de sal. Pero quien no tuvo perdón fue Gonzalo, cuarentón hippioso de Catemaco, quien presentó unos camarones, muy bien condimentados, pero crudos y eso le costó la expulsión.
SOBREVIVIENTES
1- SOLDADA DIANA (Chiapas)
2. ADRIANA (Sinaloa)
3. CUAUTÉMOC (Cdmx)
4. DAVID (Edomex)
5. ERUBIEL (Veracruz)
6. ITZEL (Cdmx)
7. CITLALLI «LA INGE (Sinaloa)
8. IKER (Morelos)
10. NICOLÁS (Coahuila)
11. ROLANDO (Tamaulipas)
12. SALIME (Campeche)
13. ISABEL (Yucatán)
14. LIZZI (Jalisco)
15. JOSÉ LUIS (Cdmx)
16. OSVALDO (Veracruz)
17. MECHE (Coahuila)