Platillos españoles como la que se come de a diario en Andalucía, es decir,, sin parafernalia ni sobrecargada de ingredientes. con el sazón de un auténtico oriundo de aquellas tierras, son los que podemos disfrutar en medio del bello paisaje tecatense, «pueblo mágico», entre montañas, lagunas, encinos, olivos.
Ubicado dentro del Rancho Monte Azul, a un kilometro de la carretera Ensenada-Rosarito, las cabañas y mesas rústicas al aire libre, se complementan con Paella y Pa el, un comedero íntimo, pequeño y acogedor, donde como su nombre lo dice, la especialidad es la paella de mariscos. Pero igual complementan el menú las tradicionales tapas, con quesos, jamón serrano, chistorra y demás.
En la visita de BAJA CULINARIA tuvimos la oportunidad de probar, aparte de la paella, una ensalada de papas fría, y en contraparte las «patatas bravas», mismas que van horneadas y bañadas con una verdadera salsa picante, al menos que algún comensal sensible al chile la pida por un lado.
También disfrutamos de un pescado frito, tal cual, crujiente sobre una cama de lechuga y tomate. El platillo varía dependiendo de la pesca del día, en esta ocasión fue «bonita», un pescado de buena consistencia, parecida al atún. Con el plus que es capturado en la mañana por Juan Miguel, el mismo cocinero.
En el tema de las bebidas, aunque hay planes de una cava y carta de vinos, por lo pronto se ofrecen frescas sangrías.
Con tan sólo unos meses de haber abierto sus puertas. Pa Ella y Pa el, ya tiene un público cautivo entre los lugareños, van poco a poco, esperan crecer poco a poco y que visitantes de fuera de Tecate se den la oportunidad de conocerlo en su paso por estas tierras
Fotos: Juan Carlos Domínguez/JCMedios
