La infantería de Marina de la Armada de México está celebrando su 199 Aniversario, y con ello refrendan su compromiso de salvaguardar la soberanía nacional y proteger a los ciudadanos en todo el territorio mexicano.
Los infantes de marina son los primeros en la línea de acción en los litorales nacionales, donde despliegan su poderío por mar, aire y tierra, a través de sus fuerzas de Reacción Anfibia.
Fusileros Paracaídistas y Fuerzas Especiales integran 8 brigadas, 28 batallones y 6 compañías independientes, mismas que forman parte de la Armada de México.
Afirman las autoridades militares, la población ha de estar segura que sus elementos aprovechan al máximo sus habilidades y conocimientos adquirido a partir del férreo entrenamiento que el Estado les brinda, todo ello para la ejecución de maniobras complejas, que van desde la inserción acuática desde unidades de superficie como puede ser el salto desde una Patrulla Interceptora, o de una aeronave de ala móvil con paracaídas, el desembarco en playas desde unidades tipo Zodiac y Gator Tail, así como la inserción en tierra y extracción de personal por soga, por mencionar algunas.
Sin dejar de mencionar el apoyo a la población en zonas y casos de desastre o emergencia, brindar seguridad mediante patrulla de vigilancia, protección en puertos y seguridad a instalaciones estratégicas.
La institución cuenta con más de 25 mil elementos desplegados en los litorales del Golfo de México, Océano Pacífico y Cuartel General, mujeres y hombres mexicanos que portan las diferentes jerarquías que comprende la estructura institucional para su eficaz y correcto funcionamiento.
PRIMER BATALLÁN DE MARINA
Fue en el año 1821, con la entrada triunfal del Ejército Trigarante, cuando el 4 de octubre se decretó la organización de cuatro ministerios, entre ellos el Ministerio de Guerra y Marina. Una de las principales amenazas era el atrincheramiento invasor en la fortaleza de San Juan de Ulúa, además de ser blanco de intereses comerciales y ambiciones territoriales. Agustín de Iturbide creó un cuerpo de Guardacostas de Infantería y Caballería para la defensa de los litorales.
Posteriormente, se el primer Batallón de Marina en costas veracruzanas, cuya misión fue guarnecer los buques que tomarían la fortaleza de San Juan de Ulúa, dando inicio al reforzamiento y a la presencia, que ocuparían los principales puertos de ambos litorales, priorizando Veracruz, por contar con una posición estratégica en el ámbito militar y económico, además de ser el punto donde se encontraba latente la amenaza. Los efectivos de las unidades encargadas de la protección de las costas alcanzaban entonces eran 2 mil 475 elementos.