Capítulo 7
En el regreso de la «Caja Sorpresa» todo vuelve a ser de color dorado y los participantes asumen que nuevamente tendrían que cocinar platillos excéntricos para la Realeza. En realidad sólo es conejo y pato.
No obstante los participantes empiezan a lloriquear, «nunca los he cocinado», dice Erubiel. Tendrán que cocinar un menú prehispánico en honor del emperador Moctezuma.
Al destapar las cajas también hay una escultura de barro alusiva a la cultura azteca, misma que la torpe de Atilana tira al suelo y rompe al levantar la caja. Le corta la cabeza al monarca prehispánico y le cae la maldición. en este capítulo la señora tendrá una participación muy «x».
«Escojo ingredientes como interesantes, pero la verdad no tengo idea», expresa Salime, para variar, nunca sabe nada, todo le asusta.
Ya en la cocina el chef Stovell se espera en sugerir cierto marinado a la chilanga y petulante Itzel, pero a esta la vale madre, hace lo que quiere.
El chef Herrera llega a la estación de Atilana y se asusta: «Esto parece escenario de Alfred Hitchcock», mientras que Stovell le ordena que se amarre las greñas, pues su pelo de bruja casi cae sobre la comida.
ENTRE FÁBULAS CHAFAS Y PLATILLOS HORROROSOS
La Soldado (Diana) Esquivel presenta un cihuamonte (caldo típico del sureste mexicano) de conejo, «Espéctacular, sabores interesantes, dino del rey en cuestión», le dice Stovell
«Delicioso, este día Moctezuma no te corta la cabeza», le dijo por su parte el chef Juan Ramón Castillo, mientras que Herrera aprovecha para recriminarle: «ya tenías tiempo de no cocinar así, estabas cocinando entre mediocre y malo». Pinta para que la veracruzana gane el reto.
Itzel presenta un pato en chile pasilla, excelentemente balanceado y estético, determinan los jueces.
José Luis, comerciante de la merced, quien siempre «vende» muy bien sus platillo aunque estos valgan madre, y todo porque los jueces le dan alas, presenta «El sacrificio del conejo» y argumenta con una leyenda de Quetzalcóatl, después del largo «rollo» el chef Castillo no se impresiona y le pregunta, «De qué obra se trata», por supuesto el ignorante de José Luis musita «no sé», «Popol Vuh», le espeta Castillo y se da la media vuelta.
Herrera le revira con su propio cuento, «La fabula del conejo y la víbora», donde la víbora es él y el conejo que se chinga es José Luis», pero José Luis ni por enterado se da. No solamente es débil visual, sino mental.
Erubiel presenta un pato «casi en su punto», bonita presentación, salsa muy buena, bien ejecutado. Como siempre, le halagan su buen sazón, que es lo que salva a este grandísímo cerdo.
Meche (Coahuila) presenta conejo en mole verde, muy bueno a decir de Stovell, «¿errores?, Hoy no estoy de humor para estar viendo errores», sorpresivamente externa Herrera.
En efecto, el reto lo gana la Soldado Esquive, junto con Itzel, quines suben al balcón y les tocará con qué insecto cocinará cada participante en el siguiente reto. Por supuesto el objetivo del par de brujas es chingarlos.
CON ASCO Y CREATIVIDAD SE ENFRENTAN A LOS INSECTOS
«¡Voy a entrar en crisis!….¡casi me da un infarto!… ¡qué asco!», al modo, Salime (Campeche) hace todo un drama cuando se entera que tendrán que cocinar insectos.
«A mí me gustan los insectos, solamente no me gustan las cucarachas voladoras…. pero ¡bueno!, a nadie le gustan», expresa Lizzi, al enterarse que tendrán que cocinar entre jumiles, huevos de mosca (ahuautle) u hormiga chicatana.
La condición es que no deben utilizar ni ajo ni cebolla, resolver con el puro sabor de los insectos. La Soldado Esquivel e Itzel se afilan las uñas y los colmillos. Lo dicho, son un par de brujas.
«A la primera que se quieren tronar es a La Inge»…, ya han tenido roces por ahí», deduce el vaquerito monta perros llamado Rolando.
Erubiel asume muy bien la proteína que le tocó, hormiga chicatana: «Creen que puedo cocinar algo rico, estoy agradecido con el tiempo», y es que tendrá una hora para cocinar. Otros sólo tendrán 45 minutos o media hora.
Muy contenta queda también Meche, le toca hormiga chicatana. «Estoy seguro que me van a tirar a matar» dice José Luis y le asignan ahuautles.
A la Inge le toca jumiles, sólo tendrán media hora para resolver. «Yo ya ví el semblante de La Inge, no está muy contenta que digamos», chismea Rolando. «Definitivamente me están tratando de perjudicar» concluye muy «inteligentemente» la sinaloense.
Atilana, le tocan ahuautles y, muy empoderada desde hace varios capítulos, presume: «Ellas saben que puedo sacar el reto adelante».
«No tengo idea por qué me dan eso, pero como no conozco ninguno de los insectos, meda igual», expresa una resignada Adriana, chica chula pero muy ordinaria, de Guasave, Sinaloa.
Salime cocinará hormiga chicatana «¡Ah, gracias!», lo único que le importa es que tendrá una hora para cocinar. «Esto es lo que quería en verdad, sí me emociona», dice Lizzi al tocarle ahuautles.
Al jarocho Osvaldo le asignan jumiles: «La estrategia es favorecer a sus amigos cercanos y fregarnos a los demás».
Doña Isabel también cocinará jumiles: «Pues como son productos que desconozco, a mí me daba lo mismo».
El vaquerito Rolando no dice nada, nomás se quita su apestoso sombrero cuando le indican que cocinará con hormigas chicatanas.
José Luis prueba el insecto que está cocinando y expresa: «Esa cosa sabe horrible….horrible, no lo coman en verdad». Mal augurio.
La Inge: «El riesgo más alto que he tomado dentro de la competencia, espero que valoren en nivel de riesgo que estoy tomando». Preparan galletas y pagará caro su ocurrencia.
«Veo un poco molesta a la Inge, si yo tuviera la oportunidad de apoyarla, la apoyaría», expresa la Soldado Esquivel y suelta una carcajada sarcástica y satánica que retumba por toda la cocina Másterchef.
CÁLLATE CHACHALACA
Muy ocurrente el vaquerito Rolando presentó ante los jueces su platillo «Enchicatanadas», con salsa muy espesa, con todo «cañonazo de sabor», terminó Herrera.
Pero cómo todo el tiempo está tirando «rollo» mientras prueban su comida, Herrera lo tiene que callar, y Stovell le da otra zarandeada: «En mi cocina nada más hablo yo». Tras bambalinas Rolando protesta porque en cambio a José Luis le dan hasta 15 minutos para tirar choro.
«Creo que los decepcioné», concluye Erubiel tras presentar ante los jueces su platillo, el salió un mole pastoso, muy seco, pero eso sí, con buen sabor.
«Qué rica está la salsa, me gustó mucho», le dice el chef Stovell a Adriana. «Hizo falta más salsa», le remata el chef Castillo.
Doña Isabel presentó unos jumiles que no supo preparar, «no los encuentro, se perdió completamente el sabor», le dice Castillo.
Es así como se van a «Reto de Eliminación» Erubiel, Isabel, Rolando, Osvaldo, Salime y La Inge -ésta última con semblante de «lavadoláres» sinaloense.
COCINAN AL «PEJE»
Después un largo episodio de cursilerías por parte de Osvaldo que le entrega una vieja fotografía a Anet Michel, y de los choros de Rolando, presentan como chef invitada a Lupita Vidal.
Para sobrevivir los participantes tendrán que preparar peje lagarto, nada fácil cocinar ese pescado con durísima piel y aspecto muy desagradable. Salime traga saliva, casi se vuelve a infartar.
Durante la preparación se le ve a Erubiel peleándose con el peje lagarto, con los trozos amorfos de la proteína entre las manos se ve que sufre: «Todos me quieren ver fuera, pero no les voy a dar el gusto».
«Tostadas presidenciales», se llama el platillo porque son de «Peje» explica Erubiel, pero la tostada no es tal, le queda aguada, sirve muy poca cantidad, y esta vez su sazón no convenció.
«Creo que no me voy esta noche», dice La Inge. Ternurita. Su platillo se llama «Che lagarto», son empanadas que le quedaron crudas, eso sí la salsa muy buena. «Disculpa por la mala presentación», atina a decir.
Doña Isabel preparó pastel de peje entomatado, la salsa está extraordinaria, pero el ingrediente principal lo echó a perder.
Salime entra el quite con el mismo platillo, por lo que aclara. «Es el original peje lagarto entomatado». «Pero me acaban de servir uno igualito…, pero me gustó más que el de la señora», dice Herrera. «El sabor no es el mejor, pero me quedo con el tuyo», le dice por su parte Castillo.
Osvaldo presenta un mixiote, la carne le queda muy dura, muy picoso, «fuiste el que mejor utilizaste el producto», lo consuela la chef Bety, «pero le faltó sal», puf, valió madre.
La eliminada de la noche será La Inge. «Estoy muy triste por su salida, esta noche lloraré y me limpiaré las lágrimas con mi pantalón», exclama con todo sarcasmo La Soldado Esquivel, mientras que son sus gordos cachetes vuelva a soltar una larga y diabólica carcajada que le eriza los pelos a todo el mundo.
SOBREVIVIENTES
1- SOLDADO ESQUIVEL (Chiapas)
2- ADRIANA (Sinaloa)
3- DAVID (Edomex)
4- ERUBIEL (Veracruz)
5- ATILANA (Veracruz)
6- ITZEL (Cdmx)
7- ROLANDO (Tamaulipas)
8- SALIME (Campeche)
9- ISABEL (Yucacán)
10- LIZZI (Jalisco)
11- JOSÉ LUIS (Cdmx)
12- OSVALDO (Veracruz)
13-MECHE (Coahuila)
*Todas las imágenes: TV Azteca.