Llega la gran celebración, lo que se ha convertido una tradición de la vinícola L.A. Cetto para agradecer la nueva cosecha de uva y compartir con los amigos, allegados y clientes tal alegría ante el noble fruto.
Fue en 1924 cuando un grupo de 290 personas “Agricultores de San Crisóforo” se embarcó desde Italia, entre ellos Ángelo Cetto, para llegar a México. Con tan sólo 24 años de edad, Cetto trajo consigo la experiencia y el conocimiento de tres generaciones consagradas a la producción del vino, linaje que sembró otras tantas generaciones en el Valle de Guadalupe.
Convertido en patriarca, Don Luis Agustín Cetto -hijo de Ángelo, un día caminando por sus viñedos en flor, y ante tal paisaje de un cielo azul intenso, el verde del campo, la tonalidad de la uva y la superficie ocre del suelo, ¡expresó “Es una fiesta de colores!”. Y así nació el título de la celebración cada año.
Ahora con la estafeta de Luis Alberto Cetto y en el marco de su 95 aniversario, llega la fecha de una celebración más de la “Fiesta de Colores” de L.A. Cetto el próximo sábado 12 de agosto en sus viñedos y vinícola del Valle de Guadalupe.
Será entonces esta una vendimia conmemorativa de sus 95 años que arrancará a las 12:30 del mediodía con su tradicional Misa, para después pasar a la Bendición de la primera molienda. Todo ello en el espacio de su explanada donde se ubica su tienda boutique, bodegas, cavas y toneles.
En ese mismo espacio los asistentes disfrutarán de una degustación de canapés, por supuesto, acompañados de lo mejor de sus líneas de vinos, tales como L.A. Cetto Estaciones, Sierra Blanca, Península, Champbrulé, Reservas Privadas, Boutique, Ángelo Platino, Don Luis Selección Privada.
Todo ello para irle arrancando el espíritu festivo con uno de los momentos más divertidos de la jornada, el Concurso de pisado de uva, que reúne a las damas más bellas para que son sus pies extraigan, a la vieja usanza, los jugos de la uva.
Después de ellos se traslada a los asistentes hasta las terrazas de la vinícola para disfrutar de una comida campirana de cuatro tiempos, teniendo como fondo los bellos e impresionantes campos de vida, así como los cerros y colinas que rodean la “Ruta del Vino”, enmarcado este con el nítido cielo azul de la región.
El momento climático es el espectáculo musical al caer la tarde, en los últimos años teniendo como escenario la plaza de toros de L.A. Cetto siguiendo con la tradición de que el artista o grupo invitado en cada ocasión es “sorpresa”. Por este programa de conciertos han pasado otros años artistas como Emmanuel, Cristian Castro Francisco Céspedes, Flans, Kalimba, Garibaldi, etc. Hoy hay una gran expectación por saber quién será el artista que encabezará el regreso pleno de la “Fiesta de Colores” después de varios años de recelo por pandemia e igual con el luto de la partida de Don Luis Agustín Cetto.
Para cerrar con broche de oro hay un gran “After Party” bailando al ritmo de música de DJ, así como una cena para amortiguar el entusiasmo etílico.
De esta forma se consagra el éxito de cuatro generaciones en México y 95 años a través de una historia ininterrumpida de los campos y sus cultivos de vid, testigos de lo mucho que genera cada tanque y barrica de las bodegas Cetto y de la meritoria distinción que le han valido 875 preseas y medallas en diversos concursos internacionales.
En la “Fiesta de Colores” el público es partícipe del legado que, de forma natural se ha transmitido entre la familia Cetto, el arte de crear vino desde el campo hasta la botella. Herencia que ha forjado un linaje de vitivinicultores visionarios y comprometidos. Mismos que se encaminan a festejar los 100 años con el espíritu alegre de las fiestas de la vendimia.
Fotos: Juan Carlos Domínguez/JCMedios
